El sistema de cables aéreos de la capital boliviana, inspirado en el modelo de la ciudad de Medellín (Colombia).
Ha logrado algo impensable: aventajar a su inspirador gracias a una expansión acelerada y un enorme impacto en la calidad de vida de los un millón 800 mil habitantes.
Su éxito como buena práctica de movilidad lo acaba de hacer merecedor del premio LATAM Smart City Award en la Categoría de Desarrollo Sostenible y de Movilidad.
Transformación de la ciudad gracias al sistema de teleféricos.
Para hablar de la transformación tenemos que hablar de cómo estaba antes. La Paz en el 2012, antes de que empiece a funcionar el sistema, no tenía un sistema de transporte público ordenado.
No había paradas, el sistema era tradicional: buses, busetas, minibuses, pequeños vehículos, totalmente desorganizado, y las vías, las calles totalmente congestionadas.
Cada vez con mayor pérdida de tiempo, con accidentes frecuentes por el tipo de vehículos, por la antigüedad de los vehículos.
La población tenía un servicio de transporte deteriorado, malo, lo que afectaba directamente la calidad de vida de la población. Que todos los días estamos necesitando los sistemas de transporte público.
Entonces, el proyecto surge precisamente al preguntarnos ¿Cómo hacemos para mejorar la calidad de vida de la población boliviana?
Y en este caso la que vive en La Paz y El Alto. Dos ciudades que están unidas, y pensábamos en diferentes alternativas: BRT, trenes, metros elevados, cable.
Infinidad de alternativas, pero el análisis comparativo nos apuntó a que apostáramos por los sistemas de cables.
Es la red de teleféricos más extensa que existe en el mundo y esto no es solamente números. Lo más importante está detrás del proyecto: las personas, el ser humano, los que viven en esas ciudades, cómo se les ha transformado la vida.
Hemos hecho unos cálculos importantes: por ejemplo, una persona que utiliza el transporte todos los días para ir al trabajo o ir a almorzar y después volver a casa, en total. Comparado con otros sistemas de transporte, se está ahorrando 15 días al año, es decir, se perdía 15 días anualmente en el transporte público.
Y en otros casos es todavía peor, 15 días eran tus vacaciones. El tiempo es el único recurso que no lo recuperas, entonces con ello ya le estás aportando enormemente a la calidad de vida.
Y todas moviéndose en condiciones cómodas…
El sistema Mi Teleférico lleva a todas las personas sentadas.
En una exposición me preguntaban qué sistema lleva a todas las personas sentadas: el taxi, el Uber si quieres, pero son mucho más caros.
Pero un sistema de transporte masivo de buses siempre lleva gente parada y es un poco incómodo eso.
En los metros es lo propio, en horas picos van las personas paradas. Aquí absolutamente todos van sentados.
La ventaja, es que cuando tú haces una parada en Mi Teleférico, disfrutas de mucho más espacio al frente, hay 5 % más de espacio que en otros sistemas de transporte.
Es decir, vas mucho más cómodo y vas disfrutando del viaje. No vas debajo de la tierra donde solo te queda leer un libro o escuchar música. Acá estás hablando con quienes van compartiendo contigo el vehículo.
Otra ventaja en el teleférico es que el sistema de transporte siempre te está esperando, siempre que llegas las cabinas están ahí.
Entonces cuando tu llegas a un lugar, hay un vehículo que te está esperando, a diferencia de otros sistemas que espera 2, 3 o 4 minutos, en los que se sabe la frecuencia. Pero en este caso en transporte te está esperando.
Fuente: Entrevista a César Dockweiler, gerente ejecutivo de Mi Teleférico.
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